Hoy he visto en la prensa un titular que decía algo así “Prioridad de las misiones espaciales : encontrar vida”. Entonces me he puesto a pensar en las miles de películas y libros que he visto con marcianitos superinteligentes y me he preguntado porque siempre nos imaginamos la vida extraterrestre más avanzada que nosotros, porque nos cuesta pensar que en otro planeta hay vida más primitiva, menos desarrollada. Y entonces han venido a mi mente ese tipo de preguntas que la mayoría de seres humanos preferimos no hacernos, sobre todo los no creyentes, sobre la vida, el infinito, el universo. Y he mirado a los que estaban a mi alrededor y la vida, como entidad, me ha parecido sorprendente y he comenzado a enumerar las cosas que hacemos y que me parece alucinantes: andamos, leemos, pensamos, sentimos.... y al final he pensado : y nos equivocamos. Y he llegado a la conclusión de que eso es lo que más hacemos, que nuestra vida es un cúmulo de equivocaciones que nos hacen realizar todo el resto de acciones: andar, leer, pensar, sentir...
Pero lo bueno, o lo malo, de equivocarse es que nos hace preguntarnos por nosotros mismos y generalmente estamos más vivos cuando lo hacemos.
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